martes, 28 de febrero de 2012

Narrativas visuales

Cuando se trata de pensar de qué manera uno puede contar algo con imágenes, se hace necesario pensar en las narrativas vigentes, en los géneros que todos reconocemos y a los que estamos expuestos. Así para la elaboración de nuestro video de diálogo, mi entregable era la búsqueda y ejemplificación de algunas narrativas que podrían articular el diálogos entre las premisas de la enseñanza tradicional y la del modelo distribuido.
He aquí las que me fueron sugerentes.



El infomercial es un género publicitario, una narrativa con elementos limitados que incluyen: una situación desagradable, un producto que transforma esa situación mejorándola, testimonios de que efectivamente el producto mejora a quienes lo consumen y finalmente los detalles para la compra del producto. La penetración y estabilidad del informercial a nivel mundial es indiscutible, de ahí que la considere una de las narrativas más representativas, pues atraviesa edades, sexos e ideologías. Y quizá esté sustentado un tanto en el pensamiento mágico primitivo, donde en el objeto residían una serie de fuerzas que transformaban a quien lo poseía: fetiches, varas de mando, etc.


  

Buscando a Nemo propone la narrativa de quest, y en el caso que nos interesaba ejemplifica dos personalidades, una inflexible (Marlin) que representaría a la educación tradicional, y otra flexible o elástica (Dori) que ejemplifica la apertura del modelo distribuido, Dori posee varios saberes: habla lenguas marinas (tiburonés, cetáceo), sabe leer las letras humanas, es sociable, confía, es abierta a lo que sucede y, sobre todo, sabe preguntar cuando está perdida. Lo que me gusta de esta propuesta es que ninguna personalidad es mejor que la otra, de hecho es su combinatoria la que conduce al éxito de la quest. Por otra parte, Buscando a Nemo parece tomar como inspiración la telemaquia de la Odisea, pues al igual que Telémaco, Nemo en el tanque se entera por el pelícano de las hazañas que lleva a cabo su padre tratando de rescatarlo. Lo poderoso de las narrativas épicas es que se pueden fragmentar al interior, así los episodios del tanque para liberar a Nemo ejemplifican la colaboración, así como cuando en el fondo de un abismo Dori y Marlin trabajando juntos se libran del peligro, recuperan la única clave para rescatar a Nemo e inmovilizan a un gran pez.






Los palimpsestos o la reescritura, que es como ahora suele llamársele a este tipo de intertexualidad, permite recuperar algo, en este caso la novela 1984 y el ambiente que ella evocaba: autoritarismo, dictadura, guerra fría, opresión, esclavitud ideológica. Por otro lado  aparece el elemento liberador identificado con la tecnología que individualiza: la computadora personal machintosh, así se revierte la idea de pensar a 1984 como el año del totalitarismo, y se vuelve el año de la liberación. Por otra parte, visualmente la narrativa exhibe el modelo broadcasting de manera clara y sin lugar a ambigüedades: el gran hermano es el profesor y los alumnos son la población pasiva, homologada, vacía, sin individuación.




La narrativa del chiste es una de mis favoritas. Al humor no le ha ido bien en la historia literaria, Aristóteles dijo que la tragedia era más importante que la comedia y desde entonces y hasta la fecha lo importante es serio, no deja lugar a la risa o a lo risible. Además, el humor es capaz de destruir o evidenciar las debilidades. El chiste es un género basado en producir una expectativa lógica y razonable que se verá frustrada; algo de lo cual estamos persuadidos y sobre lo que tenemos acuerdo --los pingüinos son devorados por las orcas-- se ve frustrado agradablemente, y he ahí el poder del humor, de transformar lo frustraste en algo excesivamente gratificante con su alta dosis de inversión y de ficción. Para el caso que estábamos tratando de armar, aquí la orca sería el profesor tradicional y los pingüinos los alumno organizados, capaces de generar un conocimiento en común que los une. Por otra parte, el humor es altamente recordativo, por eso recordamos chistes cuando alguien más empieza a contar chistes en una reunión.






La narrativa interactiva, la de elegir y hacer la propia historia implica habilidades metadiscursivas, es decir, requiere que la arquitectura narrativa sea evidente hasta cierto punto, hasta el punto en que el participante "cree" que está efectivamente realizando libremente su propia historia. A diferencia de las demás narrativas considero que ésta requiere de un grado mayor de sutileza, se enfoca en el acto mismo de la participación: cómo, desde dónde, para qué. Para el ejercicio que realizamos, esta narrativa era muy sugestiva, pero implicaba la construcción de una trama que rebasaba nuestro tiempo disponible. 


Mariana Ozuna C.

1 comentario: