jueves, 8 de marzo de 2012

De acuerdo con Calinescu "En la década de 1880, el decadentismo literario y el vanguardismo literario habían llegado a ser, sino completamente sinónimos, nociones muy estrechamente relacionadas" (164). El término tiene una fuerte relación con la temporalidad cristiana positiva e irreversible que sugiere el desarrollo de una cultura entre su nacimiento, apogeo y decadencia.
- El propio Gautier echa mano del término en su prefacio a la edición de 1868 de Las flores del mal:
"El estilo inadecuadamente denominado como decadencia no es nada más que el arte que ha alcanzado un nivel de extrema madurez producido por los declinantes soles de antiguas civilizaciones: estilo ingenioso y complicado, lleno de sombras y búsqueda, haciendo retroceder constantemente los límites del discurso, tomando cosas prestadas de todos los vocabularios técnicos, tomando color de todas las paletas y notas de todos los teclados, luchando por presentar lo más inexpresable del pensamiento, lo vago y más fugaz de los contornos de la forma, escuchando para traducir las sutiles confidencias de la neurosis, las moribundas confesiones de la pasión que se han hecho depravada, y las extrañas alucinaciones de la obsesión que se está convirtiendo en locura" (cit. 166).

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